Cada vez se ven más vehículos nuevos en el taller de los Bea, coches de cierto nivel en un exclusivo barrio de una zona noble de Barcelona. Jordi Bea, con catorce años, ya hacía el rodaje del motor de un Hispano Suiza dando vueltas por un descampado, la automoción ya era una pasión. A finales de los 60, en calle Rosellón, la familia Bea se queda con la sociedad “Garaje Modelo SA”, desde donde Jordi compatibilizó el trabajo con sus estudios de Peritaje Industrial en Terrassa e Ingeniería Industrial más adelante. Sin embargo, la mala salud de Fidel, su padre, hizo que Jordi decidiera dedicarse en cuerpo y alma al negocio familiar, mientras ejerce como perito tasador.
La zona de Rosellón fue evolucionando, el crecimiento inmobiliario era cada vez mayor, lo que impulsó a que se trasladaran a un local de mayores dimensiones a las afueras de Barcelona. Antes de este traslado, en 1989, ya habían abierto TALLERES BNG, con más de 30 años de historia en la actualidad y el cual ha ido creciendo exponencialmente desde entonces.
La capacidad empresarial de Jordi le llevó a abrir dos locales más de reparación y un concesionario SEAT en Barcelona, negocios que no continuará, sino que se centrará en el desarrollo de TALLERES BNG con su hijo Jordi Bea, quien dirige el taller en la actualidad. Esta última generación de la familia Bea lleva la automoción en los genes, ya que desde pequeño vivió la pasión de su padre, que participó en las carreras de rally, de fórmula 1430 e incluso a las 24 horas de Barcelona. Jordi Bea (hijo) se ha formado en la gestión de taller desde muy, ha adquirido una amplia experiencia y ha hecho que TALLERES BNG se haya consolidado como un importante taller multimarca en el centro de Barcelona.